Seras

El fascinante mundo del Séras: un requesón de alta calidad

¿Sabías que hay un queso que nace de la transformación de la leche y es tan antiguo que tiene menciones en documentos que se remontan a 1268?

Orígenes y historia

El Séras, también conocido como Seracium en latín, tiene sus orígenes en el Valle de Aosta y el Piamonte, en el norte de Italia. En la Edad Media, era un producto muy consumido por las familias nobles que vivían en los castillos del Valle de Aosta. El médico vercellés Pantaleone da Confienza lo menciona en su tratado «Summa Lacticiniorum» en 1477, destacando el «Seras de Nus» como una tipología de referencia para este tipo de elaboraciones.

Elaboración y características

El Séras se produce a partir del suero de leche de vaca, oveja, cabra o mixta, que se calienta en una caldera a 80-90°C, provocando la floculación de las proteínas del suero. El resultado es un queso fresco o de corta/media curación, bajo en grasa y con una textura entre blanda y dura.

Existen dos tipos de Séras: el «fresco» y el «ahumado». El tipo «fresco» tiene un olor dulce, láctico, fresco o ligeramente ácido, sin corteza, con una superficie blanca y una pasta blanda y blanca. El tipo «ahumado», en cambio, tiene una corteza dura o resistente, de color marrón o rojizo, con una pasta dura o resistente, de color marrón claro, con notas de ácido láctico cocido sobre las que se puede reconocer el humo.

Vinos de maridaje y usos culinarios

El Séras se consume inmediatamente después de su preparación o, si se ahúma, después de haber madurado durante unos meses. Puedes servirlo con polenta o patatas hervidas, aderezado con aceite y pimienta, o como postre, endulzado con azúcar y miel.

El Séras ahumado se puede rallar para dar sabor a las recetas tradicionales locales. Marida con vinos blancos secos, jóvenes y de cuerpo medio, como el Roero Arneis, Langhe Favorita o Langhe Chardonnay.

Información adicional

El Séras es un producto tradicional que goza de la denominación P.A.T. (Productos Agroalimentarios Tradicionales). Su técnica de elaboración no está codificada, pero se siguen transmitiendo de generación en generación.

En cuanto a su características, el Séras tiene una forma de paralelepípedo con base cuadrada, un lado de 10 a 20 cm y un peso muy variable de 0,2 a 3 kg. Su contenido de grasa es bajo y es rico en proteínas.

Para quien disfruta de sabores fuertes, puede «evolucionar» el Séras fresco en Salignoùn, con la adición de aceite, vinagre, una pizca de sal y varias especias: ajo, enebro, hinojo, comino o hierbas y flores secas.

¿Quieres saber más sobre este delicioso queso? ¡Sigue leyendo!

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