¿Qué hace que un queso sea verdaderamente especial?
En una era donde la comercialización y la industrialización parecen estar en constante crecimiento, es refrescante descubrir una quesería que se apega a la tradición y la autenticidad. La Fromagerie Le Fédou, ubicada en el Causse Mejean, en Lozère, Francia, es un ejemplo perfecto de cómo la dedicación y la pasión pueden dar lugar a productos trulypeculiararios. Y uno de sus productos más destacados es la Grivette, un queso de leche de oveja que nos transporta a los padyes de la meseta de Causse Méjean.
Orígenes y producción
La Grivette es un queso tradicional Francés, producido en la región de Lozère, en el corazón del macizo central. La Fromagerie Le Fédou, dirigida por Vincent Pratlong, se encuentra en el pequeño pueblo de Hyelzas, que cuenta con solo una decena de casas. La economía local se basa principalmente en la ganadería extensiva y la agricultura racional, lo que garantiza la producción de leche de alta calidad.
La leche utilizada para producir la Grivette proviene de 11 productores locales, todos ellos comprometidos con la tradición y la calidad. La leche se recolecta fresca y se utiliza en su forma más natural posible, sin aditivos ni conservantes.
Características del queso
La Grivette es un queso de leche de oveja, con una pasta blanda y corteza ligeramente florecida. Tiene una forma plana de 10 centímetros de diámetro y 2,5 centímetros de alto, con un peso de 150 gramos.
La corteza, fina y de color gris azulado, está recubierta de ceniza vegetal, lo que le da un toque natural y auténtico. La pasta, de color marfil, es lisa, brillante y extremadamente cremosa.
Al olerlo, se puede disfrutar de un ligero olor a establo y hierba, que evoca el ambiente rural de la región de Lozère. Al llevarlo a la boca, se experimenta un queso cremoso con un dulce aroma de leche de oveja y sabores de flores de montaña. Su sabor dulce se desarrolla con el paso de los días, pero sin volverse demasiado fuerte.
Maduración y aspereza
La Grivette se deja madurar durante unos 9 a 21 días, lo que permite que el queso desarrolle un sabor más intenso y complejo. La aspereza es suave, pero no falta de personalidad, lo que makes it a delight to consume.
Vinos de maridaje
Para disfrutar al máximo de la Grivette, se recomienda acompañarla de un vino blanco de cepas Chenin Blanc, que acentúa la frescura y la complejidad del queso. También se puede disfrutar sola, con un chorrito de miel o con pan de especias, lo que permite disfrutar de su sabor auténtico y sin pretensiones.
Si se busca una tabla de quesos, la Grivette se puede acompañar de algunos frutos secos dulces, como pasas y higos secos, lo que realza su sabor dulce y cremoso.
La Fromagerie Le Fédou y la Grivette son un ejemplo perfecto de cómo la tradición y la autenticidad pueden dar lugar a productos verdaderamente especiales. Un queso que te transporta a la campiña francesa y te invita a disfrutar de la simplicidad y la autenticidad.