El misterioso Bonde de Sologne: un queso de leyenda
¿Cuál es el secreto detrás de este queso francés que nos lleva a un viaje por la región de Sologne, en el corazón de Francia? ¿Qué hace que este queso sea tan especial? ¡Vamos a descubrirlo juntos!
Orígenes del Bonde de Sologne
El Bonde de Sologne es un queso francés originario de la región de Sologne, en el departamento de Loir y Cher. Esta región es conocida por su belleza natural, con bosques de abedules y helechos, lagos, humedales y landas. La región de Sologne es un paraíso para la flora y la fauna, y el queso Bonde de Sologne es un reflejo de esta riqueza natural.
Elaboración del queso
El Bonde de Sologne es un queso de coagulación láctica, elaborado con leche cruda de cabra. La leche procede de treinta agricultores productores de tres áreas: Sainte Maure de Touraine, Valençay y Selles sur Cher. El queso es recogido por la quesería Hardy, que se especializa en la curación de quesos artesanos de cabra.
La forma del queso es cilíndrica, con un diámetro de 5 a 6 cm y un peso de 140 a 180 gramos. La corteza es fina y plisada, con un color marfil o gris si se trata de un queso con ceniza. La pasta es blanca y densa, con una capa cremosa bajo la corteza más o menos espesa según el grado de curación.
Características del queso
El queso Bonde de Sologne tiene una textura muy fundente, incluso cremosa si está bien madurado. El olor de la cabra es bastante pronunciado, pero su sabor permanece delicado y fino, con un toque de avellana y heno maduro, sin llegar a ser picante ni amargo. La acidez es leve, lo que permite elevar la frescura del queso y darle complejidad.
El contenido de materia grasa es del 45%, lo que lo hace un queso suave y agradable al paladar.
Maduración del queso
El Bonde de Sologne se consume en todas las etapas de maduración. Puede ser fresco, semi-maduro tras 4 semanas de maduración, o cremoso después de al menos 10 semanas de almacenamiento en bodega.
Vinos de maridaje
Para disfrutar al máximo del queso Bonde de Sologne, se recomienda acompañarlo con un vino blanco seco y mineral, como un Crozes-Hermitage blanco. El contraste entre la suavidad del queso y la frescura del vino es perfecto para disfrutar de una experiencia gastronómica elevada.
Información adicional
La denominación de origen del queso Bonde de Sologne no está protegida, pero su producción está estrechamente relacionada con la región de Sologne y la quesería Hardy. El queso es popular en Francia y cada vez más conocido en el extranjero por su textura y sabor únicos.
El nombre «Bonde» proviene de la forma cilíndrica del queso, que se asemeja a un «tapón» en francés.
En resumen, el Bonde de Sologne es un queso francés que nos lleva a un viaje por la región de Sologne, con su riqueza natural y su belleza salvaje. Con su textura fundente y su sabor delicado, es un queso perfecto para disfrutar con un vino blanco seco y mineral.