¿Alguna vez has probado un queso que te ha transportado a un lugar exótico y te ha hecho sentir como si estuvieras caminando por las calles de Oriente Próximo? Si es así, probablemente has probado el Shanklish, un queso originario de la región que nos lleva en un viaje gastronómico a través de su historia y tradiciones.
Orígenes y Denominación de Origen
El Shanklish, también conocido como Shankleesh, Shinklish, Sourka o Surke, es un queso madurado con moho nativo de Oriente Próximo. Se cree que es originario de las tribus Kurdas al Zankieen. Aunque no tiene una denominación de origen protegida, se produce principalmente en Siria y Líbano, sobre todo en las zonas costeras y montañosas, especialmente alrededor de Tartús y Homs en Siria y Akkar en el Líbano.
Tipo de Leche y Producción
El Shanklish se elabora con leche de vaca, oveja o cabra. La leche se bate y se obtiene un producto llamado khad, en el que la grasa se separa en capas de ghee y un líquido rico en proteínas llamado shanin (suero). El shanin se calienta hasta que comienzan a aparecer grumos blancos, y luego se remueve del fuego y se cuela, dejando una cuajada sólida llamada qareesh al-laban.
Maduración y Aspereza
El quareesh se mezcla con sal y se forma en bolas que se dejan madurar durante varios días. El Shanklish puede madurar durante unos días o hasta 16 semanas, lo que le da un sabor cada vez más intenso y mohoso. La maduración se caracteriza por la aparición de colonias de moho verde y blanco en la superficie, y finalmente, una capa más gruesa de moho blanco y verde.
La aspereza del queso es moderada, con una textura dura y seca. A medida que envejece, el queso se vuelve más picante y mohoso, con una nota amarga perceptible.
Vinos de Maridaje
Para acompañar el Shanklish, se recomiendan vinos blancos secos y frutados, como el Chardonnay o el Sauvignon Blanc. También se puede acompañar con un Arak, un típico destilado de anís.
Información Adicional
El Shanklish es considerado uno de los quesos más antiguos del mundo. Se consume tradicionalmente en los menús árabes llamados mezze, que consisten en pequeñas preparaciones sencillas de pequeño formato, similares a las tapas españolas. Una forma común de servir el Shanklish es en una ensalada de tomate y cebolla picados con Shanklish y todo aliñado con aceite de oliva.
La mantequilla de Shanklish se hace simplemente machacando el Shanklish hasta hacerlo una pasta y mezclándolo con mantequilla a temperatura ambiente. También se puede acompañar con un huevo revuelto o pan árabe (jubz) junto con pepino, menta y aceite de oliva, en el desayuno.
El Shanklish es un queso que nos transporta a un mundo de sabores y aromas exóticos, y es ideal para aquellos que buscan probar algo nuevo y emocionante. ¿Y tú, ¿has probado el Shanklish algún día?