¿Qué secreto esconden los quesos italianos que los hace tan irresistibles? ¡Vamos a descubrirlo con el Tipico Lodigiano, un queso semigraso y duro que es considerado el antepasado de todos los quesos «grana»!
Orígenes y producción
El Tipico Lodigiano es un queso producido en la región de Lombardía, Italia, utilizando leche cruda de vaca, parcialmente desnatada por afloramiento, procedente de vacas de raza Frisona y, en algunos casos, de raza Parda. El queso es cocido y tiene una forma cilíndrica con caras planas «onduladas» y un peso de 30-45 kg.
Denominación de origen y características
El Tipico Lodigiano es un queso protegido por la denominación de origen italiana «Denominazione di Origine Protetta» (DOP). Tiene una materia grasa de alrededor del 30% y una maduración de 2 a 4 años. Su corteza es espesa, dura, lisa y aceitosa debido al recubrimiento con aceite de linaza refinado, de color pajizo oscuro o marrón. La pasta es dura, granulosa, pastosa y fundente al paladar, con un color amarillo pajizo tendiendo a rosado y ojos de tamaño medio, bastante extendidos.
Sabor y maridaje
El sabor del Tipico Lodigiano es marcado, armónico y ligeramente picante. Es un queso que se disfruta solo, pero también se pueden acompañar con embutidos, nueces o setas. Para disfrutarlo al máximo, se recomienda acompañarlo con un vino tinto italiano, como un Barolo o un Barbaresco, con cuerpo, maduro, armonioso y con taninos bajos.
Otras versiones y tradiciones
En la región de Lodigiano y en el sector occidental de la provincia de Pavía, se preparan ruedas más pequeñas, de tan solo tres o cuatro meses, con las que se elabora la «raspadüra» («el corte» en la lengua regional lombarda). Esta tradición nació como un alimento pobre, utilizando formas imperfectas de Granone Lodigiano, pero hoy se utilizan formas saludables, con una maduración apta para ser cortado sin desmoronarse. La raspadüra se suele servir como aperitivo, a menudo acompañado de embutidos, nueces o setas.
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