El misterioso St. Albans: ¿Qué hace que este queso sea tan especial?
¿Qué hace que un queso como St. Albans sea tan apreciado por los amantes de los lácteos? ¿Es su textura cremosa, su sabor intenso o su origen único? En este artículo, descubriremos los secretos detrás de este delicioso queso americano.
Orígenes y Producción
El St. Albans es producido por la Vermont Creamery, una lechería fundada en 1984 en Websterville, Vermont, Estados Unidos. Esta lechería se caracteriza por su enfoque en la producción de quesos artesanales de alta calidad, inspirados en la tradición europea.
La Vermont Creamery se comprometió a colaborar con pequeñas granjas familiares para obtener la leche de alta calidad necesaria para producir quesos excelentes. En el caso del St. Albans, se utiliza leche de vacas Jersey de una sola granja familiar que se comprometió a producir leche no OGM.
Características del Queso
El St. Albans es un queso láctico pasteurizado de vaca, moldeado manualmente y envejecido durante 12 días. Su corteza blanca es ligeramente rugosa y tiene una «piel de sapo» (Geotrichum candidum), que le da un aspecto único.
En cuanto a su textura, el St. Albans es suave y untuoso, con un sabor que comienza con una mordida cítrica y evoluciona hacia una mezcla de mantequilla salada y alcachofas, terminando en notas lácticas más robustas.
Tipo de Leche y Denominación de Origen
El St. Albans se fabrica con leche de vaca de granja familiar en Vermont, Estados Unidos.
Cantidad de Materia Grasa y Maduración
El St. Albans tiene una cantidad de materia grasa del 30%. La maduración dura 12 días, lo que le da al queso su sabor y textura característicos.
Aspereza
El St. Albans tiene una aspereza suave, lo que lo hace ideal para una variedad de usos culinarios.
Vinos de Maridaje
Para disfrutar del St. Albans al máximo, se recomienda maridar con vinos blancos como el Viognier del Ródano o un Sauvignon Blanc. Estos vinos complementan el sabor intenso del queso y lo hacen destacar en cualquier ocasión.
País y Región de Origen
El St. Albans es producido en Vermont, Estados Unidos, en la región de Washington.
En resumen, el St. Albans es un queso americano que combina la tradición europea con la pasión por la producción artesanal. Su origen único, su sabor intenso y sus características nutricionales lo convierten en un delicia para cualquier amante de los lácteos. ¿Cuál es el secreto de su éxito?