¿Cuál es el secreto detrás del queso más mitológico y romántico de Oregón? Descubramos el queso Maia, una creación de Sarah Marcus, una apasionada quesera californiana que encontró su verdadero amor en la fabricación de quesos.
Orígenes y Denominación
El queso Maia es un tipo de queso blando que se produce en la región de Dundee, en el corazón de la región vitivinícola de Oregón, Estados Unidos. No tiene denominación de origen protegida (DOP) ni indicación geográfica protegida (IGP), pero su origen artesanal y su enlace con la tierra y la leche fresca lo convierten en un auténtico queso artesanal estadounidense.
Tipo de Leche y Fabricación
El queso Maia se elabora con leche pasteurizada de vaca, específicamente de razas Ayrshire y Guernsey. La leche se inocula con Geotrichum candidum y Brevibacterium linens, mohos que fomentan el crecimiento de una corteza comestible suave y arrugada. La corteza se lava solo con salmuera durante su maduración, que dura algo más de dos semanas.
Características del Queso
El queso Maia tiene una corteza suave, arrugada, húmeda y pegajosa, con un color carne pálido y ocasionalmente motas azules. La textura es suave, tierna y untuosa, con una capa cremosa justo debajo de la corteza. Según la edad del queso, puede desarrollar un sabor más suave y delicioso.
Maduración y Aspereza
La maduración del queso Maia dura algo más de dos semanas, lo que le da un sabor intenso y complejo. La aspereza del queso es moderada, con notas de levadura, crema agria y tarta de queso.
Vinos de Maridaje
Para disfrutar del queso Maia al máximo, se recomienda acompañarlo con un vino blanco seco alsaciano. El vino ayuda a equilibrar la riqueza y la cremosidad del queso, creando un matrimonio perfecto.
País y Región de Origen
El queso Maia se produce en la región de Dundee, en el corazón de la región vitivinícola de Oregón, Estados Unidos.
Tips de Consumo
Para disfrutar del queso Maia en todo su esplendor, asegúrate de consumirlo a temperatura ambiente. Puedes disfrutarlo solo como «queso de mesa» o acompañarlo con frutos secos (nueces, avellanas) o con mermeladas.