¿Qué sucede cuando un queso se vuelve defectuoso o no es apto para el consumo como estaba? En muchas culturas, la respuesta es crear un nuevo queso a partir de los restos. ¡Bienvenidos al fascinante mundo de los quesos de aprovechamiento!
Introducción al Frachet
El Frachet es un queso típico de Valsesia, un valle ubicado en la región italiana del Piamonte, cerca de la frontera con el Cantón suizo de Ticino. En este valle, las vacas y las cabras superan en número a los residentes, lo que hace que la producción de queso sea una parte integral de la cultura local. El Frachet es un ejemplo clásico de la recuperación de quesos defectuosos, una sabiduría económica que se remonta a la época en que no se desperdiciaba nada.
Orígenes y produción
El Frachet se produce para recuperar los quesos no comercializables o defectuosos, como el requesón u otros quesos frescos. La producción comienza cortando otros quesos en trozos pequeños. En la actualidad, se utilizan quesos de leche de vaca o de cabra (pequeñas adiciones), de coagulación enzimática o láctica, especialmente elaborados para producir el Frachet. La leche utilizada es predominantemente leche de vaca, aunque pueden agregarse pequeñas cantidades de leche de cabra.
Características del Frachet
Una vez cortados todos los quesos, se mezclan con sal y hierbas aromáticas como comino, romero y pimienta. A continuación, la mezcla se divide en varias partes a las que se da forma a mano. Una vez terminado el moldeado, el producto se coloca en paños de cáñamo que se cuelgan y se deja secar. Esta última fase puede durar desde unos pocos días para los tipos más frescos hasta 30 días para los más maduros. A veces, en la versión madurada, también se realiza una fase de ahumado.
El Frachet tiene una forma esférica de unos 10 centímetros de diámetro y pesa entre 100 y 300 g. La corteza está casi ausente, salvo una ligera coloración externa que tiende a ser anaranjada; la pasta es de color amarillo pajizo, con manchas oscuras debidas a los aromas molidos añadidos. Es blanda en las formas más frescas y se va endureciendo a medida que el queso madura.
Sabor y aromas
El Frachet tiene un sabor sabroso, con indicios evidentes de los aromas aplicados y de un posible ahumado. La mezcla de hierbas y especias le da un aroma único y delicioso. La textura es suave y cremosa en los tipos más frescos, tornándose más firme y granulosa en los más maduros.
Vinos de maridaje
El Frachet se acompaña perfectamente con vinos tintos con cuerpo,como el Barolo o el Barbaresco. También se puede acompañar con vinos blancos secos y aromáticos, como el Arneis o el Cortese.
Datos de interés
El Frachet está incluido en la lista de productos agroalimentarios tradicionales italianos (PAT) del ministerio de políticas agrícolas, alimentarias y forestales.
La producción de Frachet se hace principalmente en pequeñas cantidades, lo que lo hace un queso difícil de encontrar fuera de la región de origen. Sin embargo, es un ejemplo perfecto de la creatividad y la sabiduría de la cultura campesina italiana.
El Frachet es un queso que se come tradicionalmente con patatas hervidas, sobre picatostes de polenta o sobre rebanadas de pan hechas con harina de centeno. ¡Disfruta de este delicioso queso italiano!
Características nutricionales
El Frachet tiene un contenido de materia grasa del 25-30%. La cantidad de proteínas es del 25-30% y la cantidad de láctosa es del 2-4%. El queso también contiene un 0,5-1% de sal.
Denominación de origen
El Frachet es un queso originario de la región del Piamonte, Italia.
Madración
El Frachet madura entre 10 y 30 días.
Aspereza
El Frachet tiene una aspereza moderada, siendo más suave en los tipos más frescos y más firme en los más maduros.