El Misterioso Alpenblumen: Un Queso Suizo de Floreos Aromas
¿Qué tiene este queso suizo que hace que sus aromas florales sean tan irresistibles?
Orígenes y Contexto
El Alpenblumen es un queso suizo de leche orgánica producido por la quesería Albergue Berghof, ubicada en una hermosa vertiente entre Ganterschwil y Oberhelfenschwil, en el corazón del valle de Toggenburg. La vista del valle es absolutamente única, rodeada por los ríos Thur y Necker que encierran el pueblo de Ganterschwil en tres lados.
La Leche Orgánica
El Alpenblumen se elabora con leche orgánica de vacas de la zona circundante, certificada según las directrices de Bio Suisse. Esta leche orgánica es recogida de criadores certificados y transformada en deliciosos quesos en la propia quesería.
Características del Queso
El Alpenblumen es un queso con un aroma floral intenso, generado por el té de flores alpinas que rodea la corteza. La pasta de color amarillo es densamente cremosa y presenta agujeros desordenados, del tamaño de granos de maíz. Al corte, libera una explosión láctica de aromas y sabores herbáceos, finos a mantequilla y un delicado acabado picante. El pos gusto es agradable y persiste durante mucho tiempo después de que se ha comido. La corteza se hace con flores secas, que pueden ser molestas en boca si se come con ella.
Denominación de Origen y Producción
La quesería Berghof tiene el certificado orgánico desde el 1 de mayo de 2002 y produce aproximadamente 780,000 kg de queso al año, utilizando solo leche orgánica entregada por criadores certificados.
Información Técnica
- Tipo de leche: Leche orgánica de vaca
- Denominación de origen: Suiza
- Cantidad de materia grasa: No disponible
- Maduración: 3 a 5 meses
- Aspecto: Disco plano de 30 cm de diámetro y 6 kg de peso
Vinos de Maridaje
El Alpenblumen se puede disfrutar solo, con una rebanada de pan, o utilizado en cocina, derretido sobre patatas hervidas, en una fondue o raclette. Marida especialmente bien con una cerveza fría.
Recomendaciones de Consumo
El Alpenblumen se puede comer con o sin corteza, aunque es recomendable evitar comer la corteza florar para evitar la molestia en boca. Es ideal para disfrutarlo solo o como parte de una tabla de quesos, acompañado de frutas, frutos secos y pan crujiente.